martes, 31 de agosto de 2010

NO SOLO DE VERSOS SE VIVE (II)



Lloró por él más que por ella, cuando la luna voló de sus manos, cual voluble mariposa hábida de libertad, pálida y deslucida.


Lloró en noches inciertas y quejosas hasta que los lamentos dejaron de pesar.

Entonces supo que tenía un final para su historia y eso le dió paz.



La mirada se le volvió dulce y el frío infierno se llenó de recuerdos de salitre y arena, de caracoles y sol.



Y ahí se quedaron ellos y nosotros, al borde de un pasado, a la orilla del amor.



4 comentarios:

Rochies dijo...

QUE LINDO Y QUE TRISTE :)

Neogeminis Mónica Frau dijo...

Tristísimo...con el sabor del salitre del mar y de lo que acaba.

Muy bello!

Un abrazote!

Mariela Torres dijo...

Cuando una historia se termina, mejor olvidar.

Besos.

Rossina dijo...

VEO QUE LA MUDANZA ES DEFINITIVA. RIEGUE LAS FLORCITAS DEL BALCON...