PALANQUIN
Especie de silla o litera usada en Oriente para llevar en ellas a las personas importantes.
Capítulo 47, SEDA de Alessandro Baricco
Hervé Joncour pasó la noche en un extremo del campamento. Nadie le habló, nadie parecía verle. Todos dormían en el suelo, junto a las hogueras. Sólo había dos tiendas. Junto a una de ellas, Hervé Joncour vio el palanquín, vacío; suspendidas de las cuatro esquinas había unas pequeñas jaulas: pájaros. De los barrotes de las jaulas colgaban minúsculas campanitas de oro. Sonaban, ligeras, en la brisa de la noche.
3 comentarios:
Pues no me disgustaría que me dieran un paso por la orilla del mar con un palanquín, cuatro cachas portadores si puede ser, con amigas si puede ser, con vinito si puede ser... Al atardecer, buen tiempo, suave brisa, aroma a salitre...
Hummmm, hermosa palabra palanquín, mira dónde me llevó!
Besito.
Es muy buena la idea de Verónica. Me uno a su deseo. Habrá que buscar más palanquines :)
Un abrazo,
Andri
Verónica y Andri, ya reservé un palanquín para cada una!!!
Nos vemos en el paseo, vale?
besotes
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