miércoles, 7 de septiembre de 2011

DE PASO POR LA REINA PORTEÑA











Buenos Aires, es mi segundo hogar. Habiendo vivido en Colonia, no puede ser de otra forma.La influencia cultural es total.
La conozco mucho, aunque "como a cualquier mujer" nunca se la termina de conocer: por lo grande, por lo hermosa, por lo estresante, por lo variable,por todo lo que tiene una gran ciudad.

Ya no me saco fotos en el obelisco, ni en la Casa Rosada ni en los Bosques de Palermo, pero sigo visitandolos y emocionándome descubriendo nuevos rincones: los conocidos y esos que se enconden tras un malvón de cualquier balcón, asomado al vertigo de vivir apurados por llegar no se sabe a dónde.

Estos días de paseo por esos lares, malbailé tangos, peor los entoné, bebí un buen malbec, para no darme cuenta de ello,y anduve de paseo por los muelles de Olivos. Me perdí en alguna vieja Estación, o envejecida con gusto para el turista,donde los trastos se vuelven obras de arte. Me vió pasar el viejo empedrado de San Telmo. Anduve de ronda por la Plaza Serrano.

El Paseo de la Plaza, de nuevo me gustó por sus mesas entre la verde vegetación, tan llamativa en el gris ciudadano.

Sus avenidas me enloquecieron, porque el tránsito es absolutamente loco y desordenado:me cansa un trayecto de 15 minutos para llegar a mi trabajo, allá hay quienes tienen que disponer de hora y media para hacer unos pocos kilómetros de avenidas que se atascan y el tránsito se detiene para tratar de disfrutar alguna emisora. Yo me escuché casi un programa entero de Perros de la Calle. 


Hay espectáculos para todos los gustos, TOC TOC, puede ser una excelente elección. 


No anduve mucho de compras, pienso que me estoy volviendo digamos.....adulta (vieja suena feo) y en lugar de comprarme pilchas, me compré muchos libros, porque las librerías son una tentación irresistible.

El Tigre es un lugar encantador: su Mercado de Frutos, caminar por puentes que cruzan las aguas que forman el Delta, visitar el Museo de Arte y esa rambla que rememora muchos domingos de cualquier pueblo del interior, con su gente disfrutando del sol, el mate y el dolce far niente,es absolutamente encantador.(Bueno...era domingo, claro).

Buenos Aires, sigue siendo el Patio de la Morocha, donde triunfan artistas rioplatenses y sus nombres brillan en las marquesinas de la calle Corrientes, donde su pujanza se muestra en edificios de una arquitectura vanguardista y se reciclan viejas casonas para vender bellísimos objetos de diseño.














Buenos Aires, es Buenos Aires, y aunque añoras el pago, después de unas horas de tanto bullicio, no bien pisas suelo uruguayo, soñas con volver, y no con la frente marchita, sino con la billetera llena, para poderla disfrutar.



7 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Cas!!
Me enorgullacen tus palabras hacia "mi Baires" (aunque vivo en el conurbano, igual la siento mía).
A mi, que anduve unas pocas veces por Montevideo, me encanta la tranquilidad que allí se respira... Será que uno siempre añora lo que no tiene?
Siempre les digo a mis amigos que si pudiera me iría a vivir a Montevideo...
Un beso grande, bien porteño... :-)

RoB

El Gaucho Santillán dijo...

Buenos Aires tiene un "no sè què".

Buenas fotos.

Un abrazo.

Manuel dijo...

A través del teclado de uno que nunca ha estado en Buenos Aires te confesaré que siempre he tenido simpatía por esa ciudad, creo que es una de las ciudades emblematicas del mundo independientemente de lo bien o mal que puedan ir las cosas.
Un merecido homenaje le haces con tu entrada.
Un beso

Anónimo dijo...

todavía creo que no he disfrutado de ningún lugar...al menos, ahora , no lo recuerdo...los lugares ...tus palabras denotan que disfrutaste de esos lugares...pero ello denota por sobre todas las cosas que disfrutas de ti y de los tuyos...se concluye que yo no, eso es claro...pero cada quien es cada quien...y me alegro que haya sido así, casssss, la delas esesss..
medio beso.

San dijo...

Que bonito paseo Cas, que bonito y al final a chica rubi de abrigo rojo que bien se la ve.
Un abrazo.

Juglar dijo...

Un paseo entrañable por una emblemática ciudad que espero conocer algún día.
Un saludo

David Cotos dijo...

Interesante lo que nos cuentas y las fotos bonitas.